¿Providencia? ¿Destino?...¡Smoothie de mango!

Ese momento en el que piensas "no me lo creo".

¡¡No me creo que tenga la oportunidad de hacer algo que hace menos de cinco minutos he visto en la página web de Martha Stewart!!

Pues sí, es verdad, la tengo.

La historia comienza el día antes de la visita de Salva, el amigo de mi padre.Yo, curiosa como siempre, le pregunto a mi madre por el postre (ya que siempre lo hago yo y esta vez no podía por estar en la Universidad).

Y ella va y me dice "estaba pensando en hacer un zumo de mango..."

Y en ese momento dije ¡NO!, ¡algo mejor!, ¡ya sé lo que vamos a hacer!

Así que compré los ingredientes, e  hice una prueba para ver cómo estaba, antes de ponerlo de postre...y nos encantó.

¡Qué rico que estaba!

¡Madre mía!

Y eso que a mí no me gusta mucho el mango... De hecho cuando cortaba el mango para congelarlo ponía cara de "no, porfavorl, no me gustaaa".

Así que ya sabéis... si no os gusta el mango a palo seco, haced la receta que os traigo hoy y...¡a disfrutar!

Además os lo traigo en un formato supermoderno: no es un batido, es un Smoothie (que no deja de ser un batido de fruta solo que más fresquito al usar fruta congelada y más cremoso). ¡Y encima sin azúcar!

¿Qué más podéis pedirle a una receta que sea sana, saludable, apta para todos los públicos y fácil?

¡Pues aquí está!

INGREDIENTES

1 mango grandecito
2 yogures griegos sin azúcar
1 Lima (el zumo)
2 vasitos (del yogur) y medio de leche

PASOS

1.El día de antes cortar el mango en trocitos y congelarlo.

2. Sacar el mango congelado cinco minutos antes para que sea más facil de separar los trozos y exprimir la lima.

3. Poner todos los ingredientes en el vaso de la batidora.

4. "Smoothearemos" primero a velocidad bajita y luego meteremos más caña, hasta obtener una textura homogénea, suave, y sin tropezones de mango (que luego nos atasca la pajita).

5. Rellenamos nuestros vasos y nos los tomamos en el instante, que es cuando está rico, por que está frío.